martes, 12 de mayo de 2009

DIA DE LA MADRE

DE LA MADRE A LA ESPOSA
(Gabriela Mistral)
Esposo, no me estreches. Lo hiciste subir del fondo de mi ser como el lirio de aguas. Déjame ser como un agua en reposo.
¡Ámame, ámame ahora un poco más!
Yo ¡tan pequeña! te duplicaré por los caminos.
Yo ¡tan pobre! te daré otros ojos, otros labios,
con los cuales gozarás el mundo;
Yo ¡tan tierna! me hendiré como un ánfora por el amor,
para que este vino de la vida se vierta.
¡Perdóname! Estoy torpe al andar, torpe al servir tu copa;
pero tú me henchiste así y me diste esta extrañeza con que me muevo entre las cosas.
Séme más que nunca dulce. No remuevas osiosamente mi sangre; no agites mi aliento.
¡Ahora soy sólo un velo; todo mi cuerpo es un velo bajo el cual duerme un niño.

martes, 28 de abril de 2009

INFANCIA

El repensar en mi infancia me ha servido para comprobar que fuí una niña muy feliz, regalona, pero con una mamá que era la que mantenía el orden en el gallinero... y un papá super cariñoso y que siempre nos mostró que su amor era constante y alegre...
Vivíamos en Providencia con Lyon, en una calle, las palmas, donde hoy sólo hay edificios impersonales y tal vez un poco ostentosos.
Era la menor, con todas las ventajas y sometimientos de mi posición, la cual incluía viajes semivolando al colegio de monjas Esclavas del Sagrado Corazón, donde la pasé fantástico en un curso muy unido y chacotero, lo cual creo me ha ayudado a tener una llegada fácil con las personas, y a vivir la vida en general con optimismo, una gran ayuda para resistir las penas que nos toca sobrellevar. Mi rendimiento escolar fue corriente, con dominio del castellano, historia e idiomas, pero tropiezos en matemáticas; pues cuando lograba entender, mis compañeros ya estaban más adelante.
Sólo le doy gracias a Dios por mi herencia sentimental.
Flor Baltra

LA LAVANDERA

Frágil, solemne, erguida. Todos los viernes aparecía con su cargamento de ropa limpia estibada sobre la cabeza.
Llegaba cansada bajo el peso de la ropa y de sus años. Debía caminar casi un Km atravesando el villorrio por su única calle, polvorienta en el verano y un lodazal en el invierno, que serpenteaba entre la veintena de sencillas casas de madera que constituían su población.
El color de su vestimenta, un faldón que sólo dejaba asomar los zapatos, una blusa o chaleco dependiendo de la estación y el infaltable rebozo, sólo variaba entre distintos tonos de café.
Se quedaba descansando largamente en nuestra casa. La prisa no constituía parte de su ser.
Hablaba casi susurrando y las conversaciones con mi madre se prolongaban por horas mientras se servía mate, pan remojado en leche o me sorprendía con su habilidad para comerse una manzana raspando pacientemente su interior con una cuchara, dejando intacta la cáscara.
Cuando llegaba el momento de irse, tomaba su nueva carga de ropa y equlibrándola sobre la cabeza desandaba el camino por el cual había llegado.

German Shultz.

Ricardo Cantarutti y el Patronato de San Antonio

Cuando cumplí 7 años de edad mi padre me matriculó en el colegio “Patronato de San Antonio” que no era colegio particular pero que en ese tiempo tenía un “Staff” de profesores con una gran vocación docente, todos ellos pero el principal era el Director, señor Ricardo Cantarutti que además de dirigir el colegio nos hacía clases de Educación Cívica y reemplazaba a algunos profesores cuando por algún motivo faltaban a clases.
Este señor era múltiple en su desempeño, dirigía en excelente forma a todo el cuerpo docente, además dirigía el coro del colegio enseñándoles canciones compuestas por él e himnos nacionales de Argentina y Perú que cantábamos cuando nos visitaban personalidades de esos países.
Además teníamos que ir a cantar a las casas de los benefactores de colegio cuando estaban de cumpleaños o algunas ocasiones especiales .Siempre recuerdo que como, obviamente, no podía llevar el teclado a todas partes, tenía una especie de pito con el que nos daba las notas al empezar las canciones
Además tenía una banda musical con tambores, flautas, cornetas y bombo que dirigía un profesor externo. Para la Revista de Gimnasia y otras festividades del colegio, las que eran muy famosas, además de asistir los parientes de los alumnos los vecinos miraban desde los techos colindantes.
Para cada conmemoración importante efec6tuaba eventos en el teatro del colegio en el que, como siempre, actuaba el coro y cada curso tenía que designar un alumno para que recitara poesías, la mayoría compuestas por él, principalmente relacionadas con los Padres de la Patria.

Una estrofa que recuerdo referente al 21 de Mayo, Arturo Prat; decía:
“Era un valiente marino
un gallardo capitán
que defendiendo a su nave
halló la tumba en el mar”

Además, compuso el himno del colegio que decía:
“Muchachos avanzad
en pos de un ideal
que inunde vuestras vidas de azul felicidad
de azul felicidad
henchido el corazón de alegre vibración
llevad siempre en los labios la flor de una canción
marchad promesas de la Patria
esperanzas del hogar
ilusiones del solar(…)
Marchad osados y valientes
esparciendo por el mundo bienestar
y si la angustia llega un día
vuestra alma joven amargar
con fe entusiasmo y alegría
vuestros pechos esforzados
cual baluarte presentad”.

Premiaba a cada alumno destacado con medallas, diplomas, copas y libros
Como podrán apreciar todo lo que efectuaba tenía un significado que ahora podemos valorar en toda su magnitud.
Todo lo relatado es una parte ínfima de su personalidad y que nos sirvió como ejemplo de vida a seguir.

Carlos Donoso R.